Sport

Alta experiencia en las cumbres

Estuvimos en el primer viaje del año organizado por Cóndor Adventure Moto Tours. Un recorrido de fin de semana largo para descubrir paisajes, nuevas rutas, y generar estrechos lazos de amistad.

En febrero de 2020, Cóndor Adventure Moto Tours realizó una reunión para sus clientes con la intensión de contarles sus proyectos para aquel año. La cita había sido en Roshaus BMW Motorrad, ya que varios de los habituales participantes de las ‘experiencias Cóndor’ también son usuarios de la marca alemana. Desafortunadamente, la crisis sanitaria desatada a raíz de los contagios por Coronavirus postergó todos esos planes para más adelante.

En el inicio de este 2021, controlada en parte la pandemia y tomando todos los recaudos necesarios en materia de protocolos y protección para los participantes, aquella postergada agenda comenzó a efectivizarse con un viaje de cuatro días a las Sierras Cordobesas.

Tomando como epicentro la localidad de Villa General Belgrano, los viajeros salidos desde Rosario y otras ciudades cercanas de las provincias de Santa Fe y Córdoba (más algún intrépido llegado desde Buenos Aires) recorrieron los maravillosos caminos que brinda el territorio mediterráneo, contemplando paisajes únicos, visitando desconocidos lugares de ensueño y, lo más importante, confraternizando con otros motociclistas al compartir los mismos gustos.

Sin inconvenientes mecánicos y capitalizando el aporte de consejos y tips para viajar a cargo de los guías y organizadores Martín Lastra y David Tieppo, los participantes abusaron de las rutas asfaltadas, poniendo a prueba sus motos en tramos rectos, sinuosos, y hasta alguna escapada off-road o por caminos de ripio.

El viaje a las Altas Cumbres y Sierras de Córdoba de Cóndor Adventure Moto Tours visitó sitios como Los Reartes, San Clemente, La Cumbrecita, Casas Viejas, Villa Yacanto, El Cóndor, Copina y San Agustín, en cuatro jornadas donde el clima también puso a prueba a los viajeros al alternar un sol abrasador con más de un chaparrón inesperado.

Todos los participantes del viaje quedaron conformes con la atención, el servicio, y las medidas de seguridad implementadas para cumplir con las normas vigentes, tanto en la ruta y en los lugares de aprovisionamiento (almuerzos y cenas), así como en las zonas de relax y descanso. Sin embargo, el mayor rédito al final del evento fueron los lazos de camaradería que se generaron, las horas compartidas codo a codo en la ruta, y el inevitable recuento de anécdotas y vivencias que invitan a repetir la experiencia, sin importar cuál sea el próximo destino.