El Gran Premio de Catalunya tuvo un ganador sorpresa y otras dos muy buenas competencias para Moto2 y Moto3.
Mantener el ritmo a lo largo de las vueltas que demandó la exigencia de la carrera fue la clave para llegar al éxito.
La carrera de MotoGP tuvo un ganador inesperado. Porque el tibio resultado conseguido por Miguel Oliveira en clasificación, cuando puso cuarta a su KTM para la grilla, se transformó en un dominio contundente a partir que tomó la delantera. Por más que Fabio Quartararo le demostró por momentos el potencial de su Yamaha al obtener la quinta Pole Position consecutiva, el portugués recuperó la vanguardia y tuvo el ritmo necesario para ganar sin sobresaltos. Johann Zarco también cuidó sus neumáticos para aguantaran hasta el final y tener cierto resto para atacar. Al francés le faltó una vuelta para darle caza al puntero y concretar aquel tan ansiado “backflip” con que acostumbró a todo el mundo cada vez que se impuso en Moto2.
Pero por más que haya logrado otra vez una vuelta récord en clasificación, Quartararo no pudo implementar un ritmo de carrera como para pelear por la victoria. No largó bien (como casi siempre) y desde el sexto lugar apretó hasta llegar a la delantera. Lo superó a Oliveira pero no le alcanzó y, cuando se dio cuenta, su ritmo irregular le pasó factura con un excesivo desgaste del neumático delantero. Por otro lado, un incomprensible percance con el cierre frontal de su mono hizo que, a poco del final, el francés debiera desprenderse de la pechera protectora y seguir con el cierre bajo hasta la cintura, en una situación que mereció una sanción por parte de Dirección de Carrera.
El francés fue el gran perdedor de Catalunya, porque además de quedarse sin ritmo, cuando quiso defenderse del ataque de Jack Miller cortó camino en la curva 2 y le valió un primer recargo de 3 segundos, mientras que 5 horas después de terminada la carrera (¡cinco horas!) Dirección de Carrera le aplicó otros 3 segundos por el tema del cierre (cuando lo ideal hubiera sido Bandera Negra al instante).
Miller supo de inmediato que no tenía potencia en su Ducati para contrarrestar la velocidad de la KTM de Oliveira, por lo que también implementó una marcha que le permitió llegar con chances de podio y lo consiguió.
Moto2 cerró una programación para Catalunya que se modificó para que MotoGP no compartiera horario con la F1 desde Baku, Azerbaiyán. Lo que no se modificó en la clase intermedia fue el ritmo demoledor de los integrantes del equipo Reb Bull KTM, ya que el líder provisional Remy Gardner volvió a imponerse (fue su segunda victoria consecutiva) por delante del ‘rookie’ Raúl Fernández, quien a esta altura ya está convertido en un auténtico candidato a la corona.
Moto3 tuvo una carrera fantástica. Fueron 21 vueltas a puro vértigo, con un lote de quince máquinas que se disputaron la victoria en cada sector del circuito e imprimieron imágenes como las vistas al final de la recta principal, con 7 (¡sí, siete!) motos a la par y otras cinco en una segunda línea estirando el frenaje hasta las últimas consecuencias. La carrera la ganó Sergio García (segundo triunfo del año con la Gas Gas) por apenas 15 milésimas sobre el local Jeremy Alcoba y 79/1000 sobre Jaume Masia; aunque el podio “todo español” se alteró por el recargo de una posición al tercero, por salirse de los límites de la pista en la vuelta final. Su lugar en el último escalón lo ocupó el turco Deniz Oncu, en una clasificación final donde los diez primeros quedaron encerrados en menos de un segundo. Aquel lote multitudinario que predominó durante la carrera se vio fragmentado en la última vuelta ante la caída de Izan Guevara y el ‘strike’ en las curvas finales protagonizado por Xavier Artigas y Dennis Foggia, quienes arrollaron en su caída al japonés Ayumo Sasaki, afortunadamente sin graves lesiones físicas.