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Ducati Panigale V4. Diseño aplicado

Desde Europa llega este particular ensayo conceptual para transformar una Panigale V4 en una Superbike con diversas apariencias automovilísticas. ¿Se viene una SBK Ferrari en el futuro?

Informe: S.C. – Fotos: Jakusa Design

Soñar no cuesta nada. Tomando como base las estilizadas y deportivas líneas de la Ducati Panigale V4 el estudio de proyectos Jakusa Desing propuso un par de realizaciones especiales. Extrañas, exageradas, particulares, ambas personalizaciones tienen en común una tendencia a imitar la figura de vehículos de alta gama y fueron tomadas como paso previo a un proyecto aún más ambicioso: generar una Superbike con el sello y el estilo de Ferrari.

Estas dos Panigale modificadas digitalmente por Jakusa Design, aparecen como verdaderas joyas arquitectónicas, donde su diseño, las formas y la decoración llaman inmediatamente a sus vehículos de origen.

La primera tiene toda la apariencia del Lamborghini Centenario, un auto concebido en 2016 para homenajear a Ferruccio Lamborghini, quien hubiera cumplido 100 años por esos días. El Centenario se presentó en el Salón de Ginebra de aquel año y contó con una edición limitada de 40 unidades. La decoración, atractiva y muy ‘italiana’ también fue una de las pocas que se realizaron sobre el modelo original.

La otra realización conceptual, cuenta con diseños gráficos con el sello de la afamada marca comercial Martini Racing y recuerda a los legendarios Lancia LC2 y LC4 Sport Prototype que participaron en el Grupo C del Campeonato Mundial de Rally a fines de los años ’80.

Si bien se trata de un par de propuestas extremas, que nunca veremos en producción, ciertamente podrían (al menos en parte) inspirar a los jefes de diseño de otros fabricantes de motocicletas, y son el paso previo de un proyecto aún más ambicioso y que todavía está en fase de estudio en los ordenadores de Jakusa Design: generar una superbike con las líneas y el estilo que identifica a Ferrari y (¿por qué no?) tentar a la casa de Maranello para que de el salto al mundo de las dos ruedas. ¿Será posible? Soñar no cuesta nada.