La casa de Borgo Panigale sumó dos nuevos títulos el sábado, mientras que el domingo coronó el año con la victoria de Álvaro Bautista en las dos competencias en juego.
Los resultados obtenidos en la Race1 disputada en Phillip Island fueron suficientes para asegurar los títulos que faltaban y lograr también la “triple corona”.
El de Australia fue un sábado extraño, donde sucedió de todo. Primero, la lluvia en la FP3; un asfalto seco a la hora de clasificar para ganar la Superpole con Álvaro Bautista; otro chaparrón antes de la Race1 y un viento frío (acompañado por un sol brillante) que cambió la superficie del trazado y obligó a realizar un ‘flag to flag’, con todos los pilotos ingresando a boxes para el recambio de neumáticos.
Anecdóticos fueron los resultados para los integrantes del Aruba.it Racing-Ducati, ya que Bautista culminó quinto y Rinaldi fue undécimo, pero sirvieron para lograr el objetivo planteado para esta cita.
Luego del campeonato que hace siete días consiguió en Indonesia Álvaro Bautista, en Australia se obtuvieron otras dos conquistas: el título de Constructores y el premio al mejor Equipo.
Para Ducati, fue lograr la decimo octava copa reservada a los fabricantes, un récord absoluto en WorldSuperbike. Fruto de un recorrido fantástico que se inició en 1991 con la victoria de la Ducati 888 tripulada por Doug Polen y que siguió con otras legendarias conquistas: desde Carl Fogarty con los modelos Ducati 916 y Ducati 996, a Troy Bayliss, quien sumó más títulos con las Ducati 996 R, Ducati 999 y Ducati 1098.
Ahora, a 11 años del logro de la Ducati 1098 R en manos de Carlos Checa, la Ducati Panigale V4R es la encargada de gestar (junto a Álvaro Bautista) un nuevo y extraordinario capítulo en la historia.
Y la fiesta para el equipo que se inició en Mandalika continuó en Phillip Island, gracias al éxito obtenido por el Aruba.it Racing-Ducati entre las escuderías que participan en WorldSBK. Se trata este del segundo éxito logrado por la escuadra que representa a Ducati desde 2015, luego de aquel obtenido en 2020.
Así, se logró en WorldSBK la “Triple Corona”, para imitar fielmente lo realizado en MotoGP con los logros de Bagnaia, Ducati y el Lenovo Team y escribir una de las páginas más fructíferas en la historia de la casa de Borgo Panigale.
Sin embargo, más satisfacciones llegarían el domingo, ya que el piloto español de equipo Aruba.it Racing-Ducati prevaleció en la SuperPole Race y en la Race2 y lograr un gran final de temporada.
El último domingo del año para WorldSBK se inició con una épica victoria en la SuperPole Race; que, según declaraciones del español: “fue el mejor triunfo de mi campaña”.
Después que un repentino chaparrón humedeció la pista en varios sectores, a pocos minutos de la largada, Bautista optó por la decisión más arriesgada: largar con neumáticos ‘slicks’ para piso seco. A pesar de partir desde la Pole Position, Álvaro retrogradó muchas posiciones, encontrándose en el segundo giro en el puesto 16, a 10 segundos del líder. En la vuelta 4 (de una carrera de solo 10 giros), el asfalto comenzó a secarse y el español inició una sensacional recuperación que se completó en la vuelta 9, quedando en la vanguardia y con margen para hacer una diferencia de tres segundos hacia su más cercano perseguidor.
La Race2, esta vez con un piso completamente seco, no tuvo una buena largada de Bautista y, luego de luchar con pilotos de la talla de Lowes, Redding y Razgatlioglu, comenzó en el sexto giro un cerrado duelo con Jonathan Rea que hizo vibrar a los 55.000 australianos presentes en el circuito. Un accidente entre Xavi Fores y Eugeny Laverty decretó la culminación de la competencia con bandera roja a 5 vueltas del final y Álvaro festejó por decimo quinta vez en el año desde lo más alto, consiguiendo su podio número 31 sobre los 36 posibles de toda la temporada.
Informe y fotos: Ducati Argentina