Alex Rins devolvió el éxito a la casa del ala en una carrera donde, otra vez, volvió a fallar el Campeón Bagnaia mientras era líder.
Tuvieron que pasar 539 días y 24 Grandes Premios para que Honda vuelva a celebrar desde lo más alto del podio. Su última victoria había sido con Marc Márquez, la segunda cita de Misano de 2021, justo el día que Fabio Quartararo se consagró Campeón con Yamaha.
Ahora, en el Gran Premio de las Américas, tercera fecha del certamen 2023, Alex Rins llevó su Honda del equipo LCR Castrol al éxito después de presionar al actual Campeón Francesco Bagnaia, quien nuevamente sufrió una caída cuando parecía tener todo bajo control. Con este nuevo golpe, el piloto de Ducati Lenovo Team ya resignó 45 puntos en las dos últimas fechas, unidades que tal vez sean cruciales al momento de defender su corona.
Con Rins cómodamente instalado en la vanguardia, la atención pasó hacia la lucha por las posiciones de escolta, donde Luca Marini superó con la Ducati del Mooney VR46 Racing Team a un Fabio Quartararo que poco a poco le va encontrando la vuelta a su Yamaha del Monster Energy. Para el medio-hermano de Valentino Rossi, este fue su primer podio en MotoGP, en tanto que el sexto puesto de su compañero de equipo Marco Bezzecchi le permite seguir liderando la tabla provisional de posiciones, por delante de “Pecco” Bagnaia y el propio piloto español que ayer celebró en Austin.
El resultado de Rins, puso fin a la racha más larga sin éxitos de Honda desde que regresaron a la clase reina en 1982, fue la primera victoria de LCR desde 2018 (cuando ganó en Argentina con Cal Crutchlow) y fue el podio número 100 para este equipo satélite dentro del Paddock. Pero, por sobre todas las cosas, el triunfo del español es una confirmación de sus condiciones, ya que sin proponérselo Rins ganó tres de las últimas seis carreras disputadas de MotoGP, lo que le otorga un asombroso 50 % de eficacia… y con dos motos diferentes. Habrá que tenerlo en cuenta a la hora de renegociar contratos ¿no?