Vibrantes carreras con varios golpes de escena para la tercera fecha. Más allá de un ganador reiterado, fue el día de los ‘rookies’ en las clases menores.
Alegrías, revanchas, conquistas, decepciones, golpes de escena. El GP de Portugal concitó muchas emociones. Fabio Quartararo, Raúl Fernández y Pedro Acosta celebraron sus respectivos triunfos en el GP de Portugal. Cada uno a su turno, y con diferentes matices, como para demostrar que ya no pueden ser considerados simples ‘rookies’ y que deben ser tenidos en cuenta para cosas mayores.
Podría decirse que Fabio Quartararo se impuso desde la pole en Portimao, pero su carrera fue mucho más trabajada, ya que un retraso en la largada lo mandó al medio del pelotón y desde allí fue superando rivales hasta llegar a la punta. El francés se vio favorecido por la caída de Alex Rins, cuando con su Suzuki había comenzado a meter presión, pero una vez que quedó solo simplemente tuvo que administrar la ventaja. Precisamente, Rins fue el único en condiciones de pelearle la carrera a Quartararo, pero desperdició su chance por querer apurar la resolución del duelo.
El ‘ducatista’ Francesco Bagnaia tuvo la pole position en el bolsillo el sábado, pero por acelerar en un sector con banderas amarillas perdió ese registro y debió largar undécimo. Sin embargo, desde ese lugar del pelotón “Pecco” se las ingenió para terminar como escolta del ganador y subir al podio acompañado de Joan Mir, otro que capitalizó los errores ajenos.
¿Quienes se equivocaron? Jack Miller, la promesa de Ducati que no termina de cuajar; Johann Zarco, quien llegó a Portugal como líder provisional; Valentino Rossi, cada vez más complicado y deslucido en su nuevo rol de piloto satélite y Miguel Oliveira, el último ganador que tenía este trazado.
Párrafo aparte Para Marc Márquez, autor de una verdadera hazaña al volver a tripular una moto nueve meses después de su lesión en el húmero derecho. Una acción que lo hizo reencontrar con su pasión pero donde evidentemente todavía falta mucho para que esté recuperado plenamente. Su gesto conmovido y las felicitaciones de quienes lo rodearon al final de la carrera, dicen mucho del tiempo que aún resta para estar al 100%.
En Moto2, la victoria fue para Raúl Fernández, un chiquilín que asombró el año pasado en Moto3 al lograr cinco poles position, y que se dio el gusto de celebrar su primera victoria en la tercera presentación en la clase intermedia. Fernández realizó una carrera cerebral y aprovechó las luchas entre Remy Gardner, Aron Canet, Marco Bezzecchi y Joe Roberts para definir a su favor cuando lo creyó conveniente.
En Moto3, por tercera vez consecutiva, y coincidiendo con las únicas tres competencias mundialistas que tiene en su estadística, Pedro Acosta volvió a subir al podio. Su nueva victoria en Portugal (ya había ganado en el GP de Doha saliendo desde boxes), sumado al primer podio como escolta de Jaume Masia en el GP inaugural, lo califica como un piloto a tener en cuenta; un ‘rookie’ que no tiene nada de novato y que promete ser una gran estrella a futuro. Esta vez, en Portimao, se impuso en una competencia que fue dominada en la mayor cantidad de vueltas por Dennis Foggia (que tuvo bajo su control a un pelotón integrado por 11 motos), pero donde dejó una puerta abierta a dos curvas del final; puerta que el bueno de Pedro Acosta supo aprovechar.