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Dakar: paridad absoluta

Las nuevas reglas y la disposición de los puntos de control hacen que no sea conveniente abrir la ruta en cada jornada. Sin embargo, Joan Barreda rompió la lógica en la cuarta etapa.

Una de las premisas de David Castera, director de carrera del Dakar, fue otorgarle a la competencia un estilo más de ‘raid’ y no tanto de ‘motocross diario’ (según sus propias palabras), donde los pilotos deban extremar los conocimientos en navegación antes de privilegiar su velocidad. De esta manera, además de entregar las hojas de ruta a último momento, los puntos de paso (Way Point) están bien ocultos, como para que resulte difícil su localización y validación.

Fue entonces que, por lo visto en los primeros días de carrera, quien ganó una etapa y luego debió abrir ruta al día siguiente se encontró con todos los inconvenientes de navegación y favoreció la marcha de quienes vienen por detrás. Esta lógica se dio en las tres primeras jornadas, cuando ganaron desde el prólogo: Ricky Brabec (Honda), Toby Price (KTM) y Joan Barreda (Honda), quienes alternaron sus triunfos con importantes retrasos, pero que después recuperaron avanzando desde atrás. Rompió los esquemas Barreda, imponiéndose consecutivamente en las etapas 3 y 4, pero sin llegar a comandar la general que es ostentada por el francés Xavier De Soultrait (Husqvarna).

En cuanto al trabajo de los argentinos, a raíz de los mismos altibajos, Kevin Benavides (Honda) alternó buenas y malas hasta alcanzar la tercera posición (a 3 minutos y medio del líder); su hermano menor Luciano (Husqvarna) mantuvo un ritmo parejo y marchaba sexto y Franco Caimi (Yamaha) tuvo un par de retrasos y estaba en el puesto 18. Por el lado de los Cuatriciclos, sobre cuatro etapas disputadas hubo satisfacción nacional por la victoria parcial de tres argentinos: Pablo Copetti, Nicolás Cavigliaso y Manuel Andujar ganaron en las etapas 2, 3, y 4, quedando el propio Cavigliaso como líder en la general.